Mr. Mota wrote:Al parecer estos muchachos tenían preparado todo hace tiempo, estaban organizados y hasta grupo en Facebook tenían. Yo no tenía idea!! El viernes a eso de las 13:00 hrs. me llama alguien que hasta ese momento conocía como Felipe Rouderge sin saber que en realidad tenía una personalidad oculta, un alter ego, “Luly”. Me convida a participar de un fin de semana de pesca en el Lago Rupanco junto a pescadores de Osorno, Puerto Varas, Llanquihue y Puerto Montt. El único detalle era que la salida era el mismo día viernes a las 23:00. Después de unos razonamientos ya estaba como loco haciendo moscas grandes, streamer con patitas, flash y cabezas multicolores. En el auto vamos junto a Luly Rouderge, Rodrigo “guatón” San Martín y Álvaro Araya....conocido en el ambiente artístico como Araaaaya. (Que durmió todo el viaje…excelente copiloto).
Después de una largo viaje llegamos a Osorno, ahí nos encontraríamos con Francisco Hermosilla, al cual llamamos y nos dijo “me van a cachar al tiro…ando en una camioneta con casa rodante”. En ese instante pensé, por la cresta que son preparados estos cabros. Prometía el encuentro.
Llegando a la desembocadura del Bonito nos reunimos con los otros ilustrísimos personajes, Floyd, Renzo Camogliano, Hinojosa, Marceliño el fecundado y Miguel Hermosilla, quienes ya estaban en el agua pescando.
En pocos minutos teníamos armados los float tube, las cañas y nos lanzamos a pescar. Junto a nosotros había como 5 ferreteros, dos gusaneros y un par de mosqueros. Obviamente el primero en enganchar algo fue este humilde servidor con la técnica de la Araucanía, el ingenio del huaso chileno y la picardía de hombre de puerto, no pasó mucho tiempo para que todos empezáramos a enganchar arcoiris, cohos y chinook encerrados ( creo, pues no tengo mucha experiencia en distinguir estos pescaditos).
Cerca del mediodía empezó a hacer un frío considerable y junto a algunos propusimos irnos al Nalca, armar campamento, prender fuego y tirar unas carnitas a la parrilla, todo esto acompañado de una buena dosis de destilados a fin de capear las bajas temperaturas.
Después de comer y armar las carpas nos lanzamos nuevamente, y el pique estaba un poco lento, sin embargo unos gusaneros sacaban y sacaban salmones frente a nosotros con carnada by Líder. Nos sacaron la cresta...como al Colo, o como se la sacó la Gloriosa Universidad de Concepción a la U. (lo siento…salió del alma).
En la noche llego al campamento base, “cuchillo” Camogliano estaba con un costillar de chanchito, que giraba constante sobre una cama de palos y humo, en una danza lenta y certera, como sólo un buen asador sabe hacerlo. En el intertanto apagábamos las ansias con litros de cerveza, hasta que en atención al frío reinante llegué a la conclusión que no soportaría ir a las casitas cada 20 minutos y me fui derechito, como salmón a la Luly Bugger, a una botella de Alto de 35 que hacía rato me tiraba unas morisquetas. Y ahí seguimos, hablando de la amistad, tirando kilos y kilos de carne, hablando de la pesca, de las mentiras y de quien sacaba el pescado más grande. Esto era lo importante, la pesca era una bicoca. Creo que Francisco sacó la cuenta y en total la flota había enganchado 33 pescaditos. Nuestro promedio era 3.3 peces per cápita.
Al día siguiente, costó levantarse, Francisco a las 7 ya estaba en el agua, a esa hora Hinojosa dormía plácidamente. Luly hizo un amague de levantarse a pescar, sin embargo estaba enfermo de la guatita, al parecer se indigestó con el pantagruélico festín. Nada que ver el “algohol”.
Cerca de las 12 del día, después de un gran desayuno y copuchenteo, me animo a pescar, Hinojosa seguía durmiendo, tenía sueño el joven. Junto a Araya y San Martín nos fuimos bien lejos de la barra. No pasó mucho tiempo para que engancháramos un par de bichos. La técnica?, re fácil, lanzar cerquita con 200 grains, y darle toda la línea, fumarse un pucho, contar hasta mil, patalear lentito y recoger además de manera errante, y si el lector siente un tironcito ( en la línea, obvio), recoger de manera frenética. Lo interesante es que fue toda la pesca con Woolly Bugger Café, la más humilde de las moscas, sin brillos, ni bead head, ni siquiera lastrada. Y yo comprando tanto material parafernálico, más bien toplero y los peces se encargarían de darme a entender lo equivocado que estoy a veces. Con esta técnica y mosca enganché mas de 15, al parecer eran casi puros salmones encerrados, insisto, no los distingo bien. Creo que Hinojosa seguía durmiendo.
Luly explicando a los otros foreros las ventajas de un nuevo tratamiento exfoliante
Mr. Mota, Hinojosa, Aaaraya, Renzo Camogliano, Floyd, Francisco Hermosilla, Marceliño, Miguel Hermosilla, Rodrigo San Martìn, Felipe Roudergue, AL CENTRO: el bolso de LULY