Partimos rumbo a Lonquimay, tierra mítica, de nieve invernal, calor estival, pocas lluvias, un lugar de renombre en la mente del mosquero. Situado al otro lado de la cordillera es un lugar singular y bello.
Liucura fue nuestra elección, luego de ir en una micro con harta gente y aguantar un festival de cachetadas de aromas, donde el olor a rodilla era el más abundante llegamos por fin. Allí conocimos un restaurant-hostal de lo mejor , el de la tía Carmen Gloria , abierto hace 2 semanas nos trataron como a dueños de casa y lo mejor eran puras féminas de variadas edades, no entraré en detalles sólo diré que nos quedamos varios días allí alojando. A esas alturas maldecía haber traído la carpa y todo el aparataje de camping ya que después nunca más volvimos a acampar. Qué manera de comer y castigarnos, con Fernando atacábamos la oferta de cervezas todas las noches, tradicionales y artesanales, dejamos a la tía Carmen Gloria desaprovisionada del vital elemento. Ella muy gentil incluso nos acompañaba con una copa de vino.
Acá un video de aquel agradable lugar.
http://www.youtube.com/watch?v=5TLLqgmUOxk
Y bueno vamos a la pesca:
Primero salimos aguas abajo del Liucura rumbo a la junta con el Bio Bio, un paisaje hermoso, truchas coyanqueras picaban de forma constante pero buscábamos algún truchón. Esta vez Fernando Berríos logra la inmunidad con un bonito truchón pintado cercano al kilo.
Al otro día partimos nuevamente por el rio Liucura ahora aguas arriba. El calor era impresionante, obligados a bañarnos en un bello pozón.
Nos dispusimos a pescar nuevamente y pronto las truchas tamaño coyanco decían presente aunque no tan frecuentemente.
En un momento Raúl Ramírez se adelanta y en una correntada algo profunda comenzó a pelear con algún animal respetable por lo doblada que estaba su caña. Unos minutos más tarde un salmón pintado de un tamaño un poco exagerado para el rio salía a demostrar que Liucura tenía buena pesca a pesar del calor, la luna llena y lo bajo del rio. Nuevamente Raúl adquiere la inmunidad del reality.
Seguimos aguas arriba y el rio era como un típico rio de la precordillera de la zona central aunque con menos pendiente, Fernando se adelanta bastante y a la vuelta nos dice que bien arriba se ven más truchas y de mayor tamaño.
Durante la noche de ese día y después de asaltar nuevamente el bar se levanta un viento terrible: el puelche. Nunca vi en mi vida tremenda demostración de fuerza natural, ráfagas venían desde la cordillera y bajaban levantando polvo y rompiendo ramas de los sauces, tremendo, ni comparado a la brisa constante de mi casa en Maipú. No era frío, más bien tibio, debido a que el aire frío de la cordillera más denso baja violentamente por las laderas de los cerros entibiándose en el trayecto.
Llareta
Las ganas de pescar obviamente eran más fuertes así que partimos a pescar el Bio-Bio aguas arriba de la junta con el Liucura. Truchas tamaño Coyanco decían presente, a veces salían algunas un poco más grandes pero nada extraordinario. Batallamos constantemente con el viento, cañas #5 y el mencionado viento hacían sentirme pescando en una situación rara y extrema.
Y bueno decimos adiós Liucura, nos alojaste muy bien, pensamos que la pesca debe ser muy buena a comienzos de temporada, hermoso lugar.
Ya de vuelta en Temuco afinábamos detalles para partir a nuestro próximo destino: el gran lago Rupanco.
Llegamos a Osorno y debido a los horarios de la locomoción local hacia Rupanco quedamos con el domingo libre. Aprovechamos de partir hacia Entrelagos, obviamente llevamos nuestras cañitas.
Llegamos, mucho calor y gente bañándose en el nacimiento del rio Pilmaiquén. Fernando estaba tentado con buscar un botero y hacerle unas pasadas al desagüe del Puyehue.
Por fin encuentra uno y al final nos tentamos todos.
Comenzamos cerca de la orilla misma y fantaseábamos con sacar algún “boca negra” o una “pelota de rugby”. Fernando tiene el primer pique y una arcoíris de kilo y medio le da el champion de la tarde ya que después salieron solo truchas de medio kilo aprox. Igual harto peleadoras. Notable experiencia de pesca, aunque los lagos no son mis preferidos, sentí que tienen esa obsesión de que en cualquier momento puede picarte un monstruo de tiempos lejanos. La tensión era permanente y eso era atractivo.
Próximo capítulo y final : Rupanco , donde dos miembros del grupo arriesgan sus vidas a caballo con tal de pescar el último día...no se lo pierdan en este mismo canal.
CONTINUARÁ….
