Ñuble-Flor de Quihua
Posted: 29 Nov 2010, 01:40
La semana recién pasada, nuestro contertulio "antoniocasting" consultaba por lugares donde hacer sus casteos de incio de temporada en la 8va. Regiòn, especìficamente cerca de Concepción.
Quedé a la espera de su respuesta ya que yo viajaba cerca de ahí, y le contesté con la idea de hacer una salida juntos, lo que dá nombre y pie de incio para este tema.
Con mi mujer teníamos planeado visitar la zona de San Fabian de Alico con motivo de ver un terreno que me estan ofreciendo en venta a menos de 100 metros de la orilla del Rio Ñuble.
Este rio en particular, para mi tiene un gran significado ya que es en el cual me inicié en esta gran pasión que es la pesca con mosca, motivado por un querido sobrino que vive en San Carlos, Edgardo Alzamora.
La noche del viernes, luego de un sinnumero de confabulaciones del destino para que no resultara el mentado viaje, partimos con mi mujer y mi hijo Mateo rumbo a Chillan, lugar donde pernoctaríamos el viernes y el sábado.
Ya con una parada obligada en Curicó, producto nuevamente de las "confabulaciones" del destino, que me hicieron pasar con mi hijo al Hospital de esta ciudad, producto de una repentina fiebre que se le presentó durante el viaje y que casi hizo que nos devolviéramos a Santiasco, arribamos casi de madrugada a Chillán, a eso de las 05:00 hrs.
Como nuestro amigo antoniocasting no respodió, continuamos con nuestra planificacón inicial.
Al mediodía del sábado, luego de algunas gestiones familiares y de abastecimiento en Chillán, partíamos a "Flor de Quihua", ubicada a 7 Kms. hacia el sur de Cachapoal (Km. 22 de la ruta a San Fabìan de Alico).
La idea era ver el mentado terreno y aprovechar la tarde para introducirme en las aguas del glorioso Ñuble a engañar a alguna que otra incauta presa, fruto de mis delirios en los últimos años y sobre todo en los días previos a este viaje.
Ubicados los lugareños que nos mostarían el terreno, el cual me dejó literalmente soñando, y que cualquiera de ustedes estarían maravillados de ser amos de tan hermoso feudo, vueltas por aquí, ofrecimienos de otros terrenos por allá, logramos convencerlos de que nos pemitieran pasar el resto de la tarde a orillas del rio en uno de sus terrenos que cuenta con una zona para acampar, en el cual. obviamente no había nadie por estas fechas.
Mientras Carolina, mi mujer, se preocupaba de preparar alguna merienda para el Mateo, ráudamente me aperé, ansioso por comenzar mi faena, no sin antes asumir estóicamente y con una buena dosis de buen humor, un par de tallas de ella de que si acaso también me iba a maquillar para meteerme al río, depues de ver cuanto colgajo me montaba y cuanta parafernalia echaba a los bolsillos de mi chaleco de pesca.
Luego de 10 minutos, al fín estaba mojando mis pies y efectuando mis primeros lances.
Realmente no estaba muy convencido de lograr alguna conquista con mis casteos, ya que el rio venía bastante turbio, producto de los deshielos cordilleranos durante el día y de que un trío de ferreteros furtivos por el frente y otro cerca de mi hacia el oriente, no me convecieron de tener éxito.
Lance tras lance y..........nada!!!!!!!!. Ya había pasado poco mas de una hora y comenzaba a ponerse el sol. Mi mujer con mi hijo habían comenzado a riberear el rio en mi busqueda para que nos regresáramos, ya que se hacía tarde y el camíno era pésimo hasta Cachapoal.
Trste y vencido, acepté con resignación que la jornada había culminado sin ninguna captura.
Llegando ya a casi 30 metros de donde nos habíamos instalado, le dije a mi mujer que siguiera sola a ordenar y guardar y que intentaría mis últimos 10 minutos de lances antes de partir. Ya no había sol y el río comenzazba a entumecer.
1, 2, 3 casteos y ..........creek!!!!!!!.....mi caña se estreeció con el pique de una hermosa arcoiris de casi 30 cm. La pelea fue breve hasta que ya estaba entre mis mojadas manos.....preciosa.....Un breve momento de contemplación y al agua devuelta, dándole las gracias por la emoción que me produjo luego de la tristeza de instantes atrás.
Ya volviendo a Chillán debo reconocer que me sentí ansioso de volver a este lugar y con unas ganas enormes de que el terrenito que me llevó por esos lares, sea mio para poder estar cerca del Ñuble y disfrutar nuevamente de sus regalos.
Lamentablemente fotos no puedo subir hoy (perdí el cable de la cámara), pero mañana estarán disponibles para ustedes, a lo menos para que conozcan el lugar, que espero que en el futuro ustedes también puedan disfrutar.
Quedé a la espera de su respuesta ya que yo viajaba cerca de ahí, y le contesté con la idea de hacer una salida juntos, lo que dá nombre y pie de incio para este tema.
Con mi mujer teníamos planeado visitar la zona de San Fabian de Alico con motivo de ver un terreno que me estan ofreciendo en venta a menos de 100 metros de la orilla del Rio Ñuble.
Este rio en particular, para mi tiene un gran significado ya que es en el cual me inicié en esta gran pasión que es la pesca con mosca, motivado por un querido sobrino que vive en San Carlos, Edgardo Alzamora.
La noche del viernes, luego de un sinnumero de confabulaciones del destino para que no resultara el mentado viaje, partimos con mi mujer y mi hijo Mateo rumbo a Chillan, lugar donde pernoctaríamos el viernes y el sábado.
Ya con una parada obligada en Curicó, producto nuevamente de las "confabulaciones" del destino, que me hicieron pasar con mi hijo al Hospital de esta ciudad, producto de una repentina fiebre que se le presentó durante el viaje y que casi hizo que nos devolviéramos a Santiasco, arribamos casi de madrugada a Chillán, a eso de las 05:00 hrs.
Como nuestro amigo antoniocasting no respodió, continuamos con nuestra planificacón inicial.
Al mediodía del sábado, luego de algunas gestiones familiares y de abastecimiento en Chillán, partíamos a "Flor de Quihua", ubicada a 7 Kms. hacia el sur de Cachapoal (Km. 22 de la ruta a San Fabìan de Alico).
La idea era ver el mentado terreno y aprovechar la tarde para introducirme en las aguas del glorioso Ñuble a engañar a alguna que otra incauta presa, fruto de mis delirios en los últimos años y sobre todo en los días previos a este viaje.
Ubicados los lugareños que nos mostarían el terreno, el cual me dejó literalmente soñando, y que cualquiera de ustedes estarían maravillados de ser amos de tan hermoso feudo, vueltas por aquí, ofrecimienos de otros terrenos por allá, logramos convencerlos de que nos pemitieran pasar el resto de la tarde a orillas del rio en uno de sus terrenos que cuenta con una zona para acampar, en el cual. obviamente no había nadie por estas fechas.
Mientras Carolina, mi mujer, se preocupaba de preparar alguna merienda para el Mateo, ráudamente me aperé, ansioso por comenzar mi faena, no sin antes asumir estóicamente y con una buena dosis de buen humor, un par de tallas de ella de que si acaso también me iba a maquillar para meteerme al río, depues de ver cuanto colgajo me montaba y cuanta parafernalia echaba a los bolsillos de mi chaleco de pesca.
Luego de 10 minutos, al fín estaba mojando mis pies y efectuando mis primeros lances.
Realmente no estaba muy convencido de lograr alguna conquista con mis casteos, ya que el rio venía bastante turbio, producto de los deshielos cordilleranos durante el día y de que un trío de ferreteros furtivos por el frente y otro cerca de mi hacia el oriente, no me convecieron de tener éxito.
Lance tras lance y..........nada!!!!!!!!. Ya había pasado poco mas de una hora y comenzaba a ponerse el sol. Mi mujer con mi hijo habían comenzado a riberear el rio en mi busqueda para que nos regresáramos, ya que se hacía tarde y el camíno era pésimo hasta Cachapoal.
Trste y vencido, acepté con resignación que la jornada había culminado sin ninguna captura.
Llegando ya a casi 30 metros de donde nos habíamos instalado, le dije a mi mujer que siguiera sola a ordenar y guardar y que intentaría mis últimos 10 minutos de lances antes de partir. Ya no había sol y el río comenzazba a entumecer.
1, 2, 3 casteos y ..........creek!!!!!!!.....mi caña se estreeció con el pique de una hermosa arcoiris de casi 30 cm. La pelea fue breve hasta que ya estaba entre mis mojadas manos.....preciosa.....Un breve momento de contemplación y al agua devuelta, dándole las gracias por la emoción que me produjo luego de la tristeza de instantes atrás.
Ya volviendo a Chillán debo reconocer que me sentí ansioso de volver a este lugar y con unas ganas enormes de que el terrenito que me llevó por esos lares, sea mio para poder estar cerca del Ñuble y disfrutar nuevamente de sus regalos.
Lamentablemente fotos no puedo subir hoy (perdí el cable de la cámara), pero mañana estarán disponibles para ustedes, a lo menos para que conozcan el lugar, que espero que en el futuro ustedes también puedan disfrutar.