Bien sabíamos que la pesca iba a estar difícil, ya que reconocemos que no es la mejor época para pescar el Diguillín, debido a las bajas temperaturas de las aguas producto de los deshielos, pero por logística era lo más óptimo que teníamos para inaugurar el "papu" nuevo de Juanjo.

Empezamos el Sábado, en una primera instancia bajamos alrededor de 15 km (al Ojímetro) ,, pescamos algo desde la Balsa y en las correderas prometedoras lo hacíamos desde la Orilla. Tipo 20:30 hrs nos detuvimos en una llanura preciosa a armar campamento, comer un asadito y obviamente bebernos algo.

Al día Siguiente, Richard madrugó y tuvo una pelea con un truchón en donde éste último salió victorioso. A eso de las 9:30 AM continuamos con la bajada, nos quedaban alrededor de 30 KM para llegar al lugar en donde nos juntaríamos con mi hermano para salir del río.
El día continúo con pesca, algo de lluvia, una parada de medio día para comer algo, y remar, remar, remar.




En Resúmen, La experiencia increíble, la pesca podría haber sido bastante mejor.
El río, en algunos sectores una pena, es increíble la cantidad de agua que le extraen para diferentes canales de regadío, pero en general es un gran río, con un paisaje fabuloso, y con una pesca prometedora, pero bien complicada.
Saludos !