Las condiciones no eran favorables: mucho frío y viento, de modo que la pesca no fue muy activa, aunque todos logramos alguna captura. Aún así, en un remanso del spring creek, me mandé este bonito ejemplar, víctima de una Prince #16 beadhead.
En las fotos se cacha que frío hacía. Para mí la salida ya era espectacular. Si en el viaje en Febrero solo había sacado una trucha de kilo y medio como mucho.
De allí nos pasó a buscar nuestro buen amigo Alfredo Matthews.
Con él nos fuimos al río Paloma, donde nos fué malito porque el río venía crecido y turbio. En todo caso, los paisajes espectaculares. ¡Si parecía que estuviéramos en La Patagonia!
Víctor Hugo al menos enganchó algo: la oreja de su amigo Michael ¡con un ratón #2!, y que no pasó a mayores. Por lo demás, fue todo lo que picó con ratón en toda la salida.
Omar, tus ratones nadan a la perfección; una V perfecta en el agua y una perfecta imitación. Las condiciones de pesca no eran favorables, por el viento y lo turbio. Para otra vuelta entonces. Cuando vaya tras Los Grandes, este es un patrón que voy a usar.
Ojo con comprar en la villa Valle Simpson: un pan $200; un huevo $300; un pollo $5.000; además, te dan mal el vuelto. Mi amigo Radul no podía estar mas indignado, y con justa razón. Mejor ir abastecidos antes, lo que a nosotros no se nos dio.
Recorrimos las cercanías de Coihaique, donde hicimos base, por unos días, en un campamento a las orillas de un brazo del río Simpson con un guía local.
Allí nos fue, de nuevo, malito. El río venía turbio por los deshielos. Así, nos dedicamos a buscar alternativas y hacer las tareas de acampar. Acá tienen a mi amigo Víctor Hugo trayendo leña para la fogata:
Acá tienen a los tres mosqueteros en una salida que resultó provechosa porque todos pescamos, pero ningún truchón.
Sin embargo, donde estábamos acampando, literalmente frente a nuestras narices, había un arroyuelo de cómo 3 metros de ancho y como mucho 1 metro de profundidad, que guardaba sus sorpresas. Miren el truchón que se manda mi amigo Víctor Hugo:
Hicimos campamento en Mañihuales, alojando con nuestro buen amigo Pato Pescado, todo un personaje y querendón. El Picaflor, El Sonia, El Mañihuales y El Ñirehuado fueron excursionados con distintos resultados. Por fin, todos sacamos muchos y buenos ejemplares.
El clima nos trató super bien, y solo un día nos tocó con una lluvia suave. Eso sí, producto del buen tiempo, los ríos venían crecidos y turbios.
Yo no tengo problema en compartir, indicando el equipo y los patrones que usé.
Para los arroyos, una caña Okuma Guide Select #4 GSF-04-86-4 de 4 tramos y acción Media, con una línea Airflo WF 4 F, que me dejó bien contento. Para ríos mas grandes y lagos, una Creek Ripple #5/6 MF 9’ (http://www.creek.cl" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;" onclick="window.open(this.href);return false;) de 4 tramos y acción Media-Rápida, que salió tan buena que nuestro guía Enrique puro quería que se la dejara; para esta caña llevé una línea Río Gold wt 6 floating, que no flotaba tan bien y poco visible desde mi punto de vista; además una línea Orvis de hundimiento tan lento que tuve que lastrarla con tugsteno. Además llevé mi equipo Orvis #8, por si había posibilidad de hacerle al salmón.
La Creek rápidamente se hizo mi favorita, y es con la cual hice la mayoría de las capturas; realmente una caña extraordinaria. Pienso que los verdaderos “conneseurs” de cañas finas debieran probar esta caña. Se pueden encontrar con una muy agradable sorpresa por calidad, y a un precio que parece chiste.
No tuve oportunidad de probar mi equipo Orvis, salvo un día en el Ñireguado, donde todos guardaron sus cañas por el viento las P…Madre. Yo podía castear sin problemas con mi Orvis #8, y me di el lujo de pescar algunas truchitas, mientras el resto del grupo quedaba cuello.
Esta vez iba mas aperado con patrones. En particular los de la Moscatón que hice en la junta del Parque Comunal de La Reina; lo siento amigos Fernando, Omar, Coco, OB1, César, Cristián, pero no saqué nada con ninguno de ellos. Como disculpa puedo invocar que al principio nos tocó mucho frío y viento, para luego encontrar los ríos turbios y crecidos; también que el susodicho tampoco domina tanto que digamos el arte de la pesca con mosca, por mucho empeño que le ponga. En fin, probé con moscas secas, ninfas, emergentes, terrestres y streamers.
A la postre, casi todo lo pesqué con la Prince bead head #14 y #16, mas un par que se tiraron a una langosta y a una libélula. También a una streamer en un lago, que muestro para que vean el patrón:
Para que no crean que las truchitas de las fotos son del Coyanco o Covarrubias, doy testimonio de la fauna que avistamos, que claramente son de la Patagonia:
Claramente el gozo de la salida no se queda tan solo en lograr una buena pesca. También contribuye las situaciones raras que suelen ocurrir. Acá tienen un ejemplo de vadeo “mecanizado”.
El compadre está en medio del río Sonia, trabajando en la bocatoma de agua potable para villa Mañiuales.
Acá, el vadeo mecanizado ayudándonos a cruzar el río, dada la buena onda del compadre
Claro, como partimos río abajo (río arriba imposible), pudimos pescar cuando el cumpa se fue a almorzar. Luego, el río todo turbio por los trabajos de la máquina. Mala onda, pero al menos podemos agradecer que el compadre se tomó harto tiempo para almorzar.
No faltó el contacto piel a piel con lo locales. Bajando del Sonia forzados por los trabajos de la máquina hicimos amistad con Oswaldo Gallardo, que tiene campo a unos 5 Km de Manuales. Acá, mi amigo Victor Hugo con el Oswaldo en una invitación que nos hizo a tomar mate, que truecamos por puchos.
Lo singular es que al presentarnos, Oswaldo, Raúl, Víctor, todo iba sin novedad. Cuando le dije a Oswaldo mi nombre, abrió unos ojos de plato sin cachar. Entonce le repetí: mi nombre es Michael, como el Michael Jackson…los ojos sin entender seguían allí. Le pregunto ¿conoces al Michael Jackson?; la respuesta ¡quien es ese gallo!. Mi amigo Oswaldo no conoce al Jackson. Eso, allí a la vuelta de Mañihuales.
A todas estas, cuando llegamos a Balmaceda nos advirtieron que no había puchos en ningún lado, en todo la zona de Coyhaique, dado que había quebrado el distribuidor de la Cía de Tabacos. La situación después se normalizó, pero ojo a los aficionados a la nicotina, lleven un par de cajetillas por si acaso. Con el trago no hay problemas, siempre se puede encontrar un Cartonier bebestible.
También aprendimos que no hay necesidad de arriesgar las cañas mandándolas en la bodega del avión. LAN nos dejó llevarlas en la cabina sin mayor atado, independiente del bolso permitido. Incluso yo me traje mi caña Orvis #8 en la cabina sin problemas, que en su tubo mide creo 1,5 mt . Bueno, casi sin problemas, porque la tipa del embarque no quería que lo subiera a la cabina. Pero bastó mencionar, en buen tono por supuesto, que el equipo era muy caro y delicado para que me dijera “ya, bueno, llévela nomas”. Nadie mas me hizo observación alguna.
Vieron, abriendo la boca y con buen trato se logran cosas.
En cuanto a platas, nos gastamos entre todo $100.000 por nuca, guía incluido. Habría que agregar los pasajes. Claro, había tb. una red de amistad, donde no se nos cobró alojamiento y se nos cobró barato cuando tocó la ocasión. Agreguen $ 5.000/día por alojar los días que no son de campamento. No digo que no sea plata, pero igual que por $ 200.000 te pasas 10 días en La Patagonia a todo chancho. Y si vas por menos días, y sin guía, harto menos.
Háganle empeño amigos, que bien vale la pena.
Finalmente, un par de imágenes de ensueño, para que se queden en la retina.
10 días de una inolvidable y entretenida salida de pesca. Para mí lo más valioso: la oportunidad de compartir con mis amigos. Una salida memorable, llena de buenos momentos y grata compañía. Una experiencia envidiable, y para repetirla. Ganitas me quedaron de seguir pue.
Saludos.
