Junto a mi hermano decidimos explorarlo, usando para esto cañas de pequeño calibre(3), tippet no muy delgados (por la gran cantidad de troncos sumergidos) y leaders largos
Por el volumen de agua, la gran cantidad de casas cercanas, y mas que nada, por no conocer el lugar, nuestras expectativas no eran muy altas.
Al poco andar, gratamente, nos dimos cuenta que estábamos muy equivocados, en aquel pequeño canal residían farios de muy buen tamaño, saludables y luchadoras, estaban atentas a todo lo que pasaba por su territorio, pero también atentas a lo que ocurría alredor de su hábitat (cambios de luz, movimientos) lo que nos obligo a esforzarnos al máximo para poderlas cobrar antes de que fuéramos detectados por ellas.

Al acercarnos a la confluencia de este pequeño canal y el río principal, la velocidad del primero fue disminuyendo, permitiendo con esto que el volumen de agua fuera mayor, fue aquí donde las arco iris dieron la sorpresa.

Eran ya las 4 de la tarde, la pesca había sido espectacular, era ya casi el final de un mes de pesca junto a mi hermano, eterno compañero de aventuras, con el cual nos separamos por razones de crecimiento personal. Solo quedaba volver al vehiculo y comentar todo lo que dejábamos atrás y planear el viaje del año siguiente, pero alguien no quiso que solo quedara en eso.
Al caminar río arriba para volver al vehiculo, veo a mi hermano que me indica una piedra que se ubicaba entre ambos, “ahí hay uno grande”, sin pensarlo comencé a sacar línea de mi carrete y a tratar de tentar al grande que hasta ese momento yo no veía, solo lo ubicaba “delante de la piedra” como me indicaba mi hermano. Luego de 5 o 6 lanzamientos sentí que mi línea quedaba detenida justo en ese lugar, ENREDO, pensé yo, hasta que mi enredo ya no estaba delante de la piedra, sino que se comenzó a mover y ahora estaba detrás de la piedra y cada vez seguía aguas abajo sin poder detenerlo.

“Chinook” fue recién en ese momento que repare en el equipo que usaba: caña Redington FSF #3 de 7 pies, leader 3X y en la punta un streamer #8 sin rebaba
El salmón ya estaba en la línea, había que morir peleando, ajuste el carrete y me prepare para seguirlo.
Luego de 45 minutos de tiras y encojes, lanzarle piedras para poder sacarlo de los pozones donde se escondía, aguantar cada una de sus carreras y esperar que el leader se cortara en cualquier momento, pudimos tenerlo a 2 o 3 metros de distancia, al sentirse acorralado, en su ultimo esfuerzo arranco hacia las raíces sumergidas de un árbol, “se corto” dije yo y comencé a recoger mi línea parar recuperar lo que quedaba de ella, al acercarme al ultimo tramo volví a sentir que ahí estaba y cuidadosamente mi hermano lo tomo de la cola y dio fin a la tan exhaustiva contienda
Quizás si no hubiese estado ese gran pez en ese lugar todo también habría sido perfecto.


En mi familia la pesca es una actividad que nos ha permitido crecer siendo a la vez hijos hermanos padre pero sobre todo AMIGO, nos ha permitido conocernos mas que a nadie y dejar atrás todas nuestras diferencias para compartir una jornada de pesca
Para mi eso es la pesca