… Llega Abril y de a poco empezamos a darnos cuenta como los días se acortan en horas de luz, y así también, cuan pronto se avecina una época que en particular a los pescadores nos hace sufrir y ponernos verde por volver al río y buscar esas hermosas truchas.
Mi buen amigo Rodrigo me pidió que redactara un reporte de la temporada en general (2011-2012) desde la región de Aysén, el paraíso de la pesca.
Así es como trataré de ser “breve” y recordar aquellas jornadas emblemáticas que solo Patagonia puede entregar.




Octubre de 2011, este mes fue genial, con un viaje que me dejo con los pelos de punta, El destino fue Magallanes, la “excusa” fue salud y visita familiar; el real objetivo la pesca. Así fue como a las 5:00 a.m. de aquel particular y espectacular día partimos a un río en especial, el “Penitente”, famoso por sus grandes y vigorosas farios. Este cuerpo de agua, que para mí es más bien un Spring Creek de tamaño considerable, posee la estructura completa de un Creek, con correderas, pozones y brazos pequeños de agua que hacen tiritar nuestras cañas al enfrentarlo. Desde el camino tuvimos que entrar por una estancia a escondidas para que no nos echaran (ya que desde hace algún tiempo se ha instaurado la “MALDITA MAÑA”, de prohibirle a la gente el libre acceso a los ríos), caminamos alrededor de una hora y algo más para llegar a la orilla, en este punto estaba con el corazón a mil veía actividad por todos lados, mi primera gran sorpresa fue que al introducir un vaso al rio para sacar agua para refrescar mi cara veo como arranca una tremenda fario desde las algas, quede “LOCO”, desde ahí la historia fluye, caña Nº 6 línea floating para aguas claras tippet 1x y un arsenal de moscas para engañar estas selectivas truchas. Caminamos hasta un lugar denominado la olla (lugar de pozones profundos) desde el cual comenzamos a bajar, la acción fue inmediata con un sistema Dropper, decidí iniciar la pesca, una “chaloptera” como indicador y una pequeña ninfa fue la estrategia de ataque a la corredera que venía desde el pozón, la tomada fue inmediata y violenta, una trucha de alrededor de un kilo no se dejo estar y empezó a batallar, mi caña doblada como si fuera un ejemplar mucho más grandes y yo con una sonrisa de oreja a oreja. Luego fuimos bajando y cambié a streamers lastrados de preferencia purpura con línea floating y tippet 2x (técnica algo ortodoxa) y fue una locura, cada pozón que atacaba tenia piques y enganchaba al menos una trucha. Al cabo del tiempo empezó a oscurecer y tuvimos que volver, más de 9 horas caminando sin parar fueron parte de los desafíos y el premio fueron lindas truchas.




Noviembre y diciembre de 2011, ya en Patagonia específicamente en la hermosa localidad de Puerto Aysén, era cosa de afinar detalles y salir cada tarde después del trabajo y días completos los que eran libres, yo andaba verde por ir al Mañihuales y al Simpson, dos ríos que esconden tremendas sorpresas y que más aún son una delicia para los que amamos la pesca son secas y ninfas, mi amigo quería ir a los famosos spring creek y yo solo quería verme inserto en el Simpson bajo esas eclosiones gigantes de caddis, o en el Mañihuales buscando sus lindas marrones. Por ende se armaron noches de “planificación” y toda la parafernalia de los viajes de pesca, la primera gran salida que recuerdo fue aquella en donde pescamos la confluencia del Mañihuales con el Simpson y parte del río Aysén en sus nacimientos, el río venia alto pero no turbio, hermoso para algunos bagres pero yo era más porfiado, me metí casi en la mitad, donde pille una piedra y me subí y quede como rey jajaja…. me dispuse a pescar con larvas de caddis, la táctica era fácil, lanzar en dirección contraria a mi posición de manera perpendicular no aguas arriba; luego que la línea derivará hacia un remanso. Al cabo de unos 10 minutos logro mi primera captura una hermosa arcoíris, nunca me imaginé que sería el inicio de una tarde llena de piques y truchas entre 500 grms y 1,5 kg. Luego de parar y comer algo, procedimos, vimos que la luz se iba pero las truchas estaban más y más activas, con poca luz ya a medio un metro y medio mío más o menos veo saltar un chancho quede literalmente leso, dije:”pancho, tu linterna le dije alumbra allí, cambie la mosca puse una chala y que mas podría haber pasado, un ataque agresivo y una pelea que duro casi 20 minutos, mi amigo no paraba de reírse y yo peleaba con esa hermosa arcoíris. Así también recuerdo el día en que nos alistamos para visitar el Mañihuales y obtuvimos una fario hermosa con streamers y varias tomadas con secas de truchas de alrededor de 800 gramos. Los equipos siempre fueron Cañas Nº 5 y 6 con líneas de flote de aguas claras leaders de 1x a 3 x. Las moscas no eran inventos ni nada mágico, larvas de caddis, woolly y algunas chalas pero en sí la pesca no tenía que ver en gran medida con el patrón si no mas bien la presentación y la acción, era y sigue siendo de vital importancia, saber presentar las moscas en estos ríos y como darle acción a estas ya que en su mayoría son quisquillosas más que selectivas, cualquier error en la presentación o en el manejo de la línea puede provocar que la trucha se asusté o simplemente no se convenza y vuelva a su escondite.




Enero, Febrero y Marzo solo se pueden resumir en una sola palabra “LOCURA”, Simpson, Mañihuales, Ñirehuao, emperador Guillermo, el famoso truchón y varios más fueron los destinos, terminamos con los brazos destrozados, el Simpson nunca defraudaba, pero fue una lástima verlo con tanto dydimo, y por otro lado muchos ríos cercados, donde ni siquiera los lugareños que se crecieron en esos lados podían pasar, fueron grandes meses de pesca pero muchas situaciones para reflexionar, creo que la solución no es prohibir ni cercar, sino, educar; y así también enseñar a los que vienen a como respetar el medio ambiente. No solo se trata de de clavar una trucha y devolverla, sino también de entender que el medio que nos rodea vive y que como chilenos somos privilegiados en cuanto a esto y que debemos cuidarlo, nadie puede darle un valor ni menos decir que se debe hacer con este y con este río. Patagonia es sin duda un paraíso para la reflexión y para la contemplación, eso que cada ser humano ha ido olvidando debido al stress de la ciudad, Patagonia es sin duda fuente de vida y debe seguir siendo una reserva de vida.



Dentro de estos meses recuerdo una salida en particular, eran tiempos de paro y lucha social en las calles de Aysén, el tener las carreteras cerradas no era impedimento para no salir a pescar, era cuestión de armar las mochilas, tomar las bicicletas y visitar algunos lugares cercanos pero que habían tenido muy poca presencia de pescadores, por lo que fue entre cervezas y risas que salió la idea de visitar algunos sectores del río Aysén, las sorpresas no paraban de salir delante de nosotros, bajaba la marea y dos brazos de río se separaban, a lo lejos le digo a mi amigo, “compadre” vez ahí eso no es un palo es una trucha y le dije : “ el que vio primero tiene el placer” jajaja así que procedí, no aposte ni por streamers ni ninfas, sino más bien una seca, una royal no dude, prepare equipos y me dispuse a presentar, la trucha estaba bajo una pequeña caída de agua que había, puse la mosca más arriba y la deje caer, en cuanto cayo la trucha ataco, y empezó a sacarme línea y mas línea, yo no lo podía creer, una fario de más de casi 4 kilos me tenía la caña al borde de que esta se quebrace, fueron largos 25 minutos donde quede con el brazo hecho pedazo pero con una satisfacción, mi corazón latía y latía y yo no me la creía, estábamos casi en la desembocadura del río Aysén y yo estaba allí con una tremenda trucha en mis manos, y eso no era lo último, bajo la marea y empezaron a eclosionar variadas larvas y las truchas tenían un festín de saltos, era como “ ¿quién salta más alto? Jajaja y pues bueno la historia toma el rumbo de pesca con trucha a la vista y así fue como nos llego la noche y no sabíamos como habíamos llegado a esa parte del río y la marea venía de vuelta así que tuvimos que darle a la buena de dios y sacarnos el wader para poder volver ya que no sabíamos si habían bajos o no, pero sin duda fue una tremenda experiencia y un recuerdo inolvidable.



Puedo también contarles sobre el río Simpson emblemático y que en general manda para la casa a los pescadores zapateros, pero no es porque sea malo, si no, porque las truchas son selectivas y quisquillosas, se deben saber elegir los patrones y además manejar bastante bien las corrientes, en general el Simpson es un río para pescar o con secas muy chicas o con ninfas a fondo con indicador, el streamers funciona harto poco. Lo anterior claro desde mi percepción.
…Por último no puedo dejar de lado un famoso río que debe ser el sueño perfecto de muchos, el Emperador Guillermo, que puede entregar sobre 100 capturas diarias a los pescadores, con equipos livianos entre cañas Nº 3 y Nº4, un spot ideal para los que aman la pesca fina, con ninfas y secas pequeñas, pero así también un buen lugar para enseñar. Fue así como junto a un porfiado igual que yo dispusimos ir a visitarlo posterior al paro en la región. Eran 7:00 a.m. y emprendíamos el viaje, a medida que fuimos adentrándonos por el valle vimos el río brillar, yo quería bajarme del auto y pescar de inmediato, mi parthner me decía cálmate que ya vamos a llegar, y así fue, no me di ni cuenta y estábamos con las cañas dobladas y con esa sonrisa radiante. Luego de pescar, procedimos a volver al vehículo y seguir bajando. Posterior a esto, nos detuvimos una vez más antes de llegar al Mañihuales y Juan pablo, en una corredera engancha una hermosa arcoíris que batallo hasta el final y que nos entrego una hermosa experiencia.



…Espero que les guste las fotos y parte de lo que relate, la verdad es que es complejo para mí poder colocar en tan pocas líneas cada experiencia y situación que viví en el río este verano, si puedo comentarles que si vienen por estos lados, aquí hay un buen parthner para salir a la pescar.
....Y no olviden si amas la pesca, debes amar el medio y si amas el medio respétalo y no dejes que destruyan tu hogar, PATAGONIA $IN REPRE$A$, RIOS LIBRES AHORA Y SIEMPRE.

