Ya que vine con una lista de números de rifa y me han ayudado a "ayudar",
http://www.pescandoconmosca.cl/foro/vie ... 51&t=13683
creo justo (almenos) dejarles una historia de pesca, que significa mucho para mi.
Muchos tenemos un rio de nuestra infancia, este es el mio:
Espero les guste
El Río De los Recuerdos
Como suele pasar, no tener un plan es el mejor plan.
Hace tiempo me rondaba la idea de buscar aquellos lugares donde me inicié pescando. Hoy sin mayor preámbulo fijé rumbo hacia el río que me vio nacer como pescador, con garrocha, con tarrita, con gusanos. Durante el viaje me invadió una bruma de pensamientos y recuerdos de tantas cosas que viví de niño en esta región, la Región de Aysén. Ahora me dirigía en vehículo por caminos y huellas para llegar al campo de un viejo amigo de la familia, campo al cual en esos años accedíamos solo tras medio día de cabalgata.

La ansiedad me consumía, será este el camino?, que sería del "Viejito Ulloa"? luego pienso..... ya han pasado cerca de 26 años desde la ultima vez que lo vi. Vivía junto a la señora Mercedes, pero nunca tuvieron hijos, entonces pensaba.... a quien encontrare en el campo? lo habrán vendido? ufff!!! las preguntas y los recuerdos atropellaban mi mente.

Finalmente a la distancia reconozco cerros, valles y la ultima cuesta antes de llegar a su casa, esa cuesta que era eterna tras horas de cabalgata. Al llegar a mi destino el panorama me lleva a un terrible momento de nostalgia. Los corrales están deteriorados por el tiempo, con empastadas que borraron todo vestigio de transito y pisoteo de los animales que allí se encerraban, para resguardar, esquilar, medicar, contabilizar, etc. Claramente Ulloa no está, no habría permitido tal abandono.

Allí estaba la casa destruida por el tiempo, abandonada, sucumbiendo a la espesura de la vegetación, a los años. El Viejito Ulloa era colono esforzado, de semblante curtido por el tiempo, el trabajo duro y por el clima de la patagonia. Lo recordé afirmado en su portón, calmando el ladrido de sus perros, al tiempo que gritaba "deesmonte aamiiigo!!!!" pase a tomarse unos amargos. Recuerdos, recuerdos y mas recuerdos...
No les daré mucha lata, solo quiero compartir un recuerdo más... el momento en que al despuntar el alba de un crudo día del invierno aysenino apareció "el viejito Ulloa" cabalgando y con un pilchero de tiro, venía por ayuda. Necesitaba alimento para su ganado que estaban muriendo de flacos. La escarcha cubría desde la tusa a la cola del caballo, jinete incluido. Al vernos apenas pudo modular un saludo por el frío en el rostro. Y yo??? yo tenía cerca de 13 años y estaba desesperado al no poder sentir ni mover los dedos de las manos, habíamos ido en su auxilio con un cargamento de avena a un punto de encuentro..... el río.

Luego, al costado de la casa reconozco el viejo portón que lleva al río, aquel río que en mi memoria albergaba cardúmenes de truchas, con posones en donde varias truchas seguían el señuelo que con dificultad lanzaba con un tarrito y que yo enrollaba rápido para que ninguna de ellas lo mordiera (jugaba!!!). Historia que deje de contar con el tiempo ante la cara de escepticismo de mis oyentes y que luego de casi treinta años pude rememorar.

Desde el alto veía como las truchas saltaban por todas partes, cardúmenes de truchas!!!...tal cual como en mis recuerdos de infancia. Abundancia tal, que mientras caminaba por el lecho pescando, las truchitas pasaban a pocos metros de mis pies, aguas arriba, aguas abajo.


Truchas, truchas y mas truchas. Las truchas del río de los recuerdos.
